Hoy he sabido que la "leyenda urbana " de la SIESTA DEL CUBIERTO, se le atribuye a Salvador Dalí. Probablemente ni os suene, pero a mí me encanta creérmelo. Parece ser que Dalí se disponía a echarse la siesta de la siguiente forma: sillón, plato en la mano o en el regazo (no lo tengo muy claro) y un cubierto en la otra. (también hay "versión llaves"). En el momento en que el duermevela se apodera de él y pierde el control de su cuerpo, la mano afloja el cubierto, dejándolo caer con ruido sobre el plato. Y Dalí se sobresalta. Fin de la siesta
Ese ratín de desconexión parece ser que es suficiente para sentir la eficacia del descanso.
Siesta reparadora de ...¿3 minutos?
Plato y cuchara derretidas, "a lo Dalí" |